miércoles, 2 de octubre de 2013

CONSTRUYE TU REFUGIO PSICOLÓGICO


Un refugio es un lugar que nos protege de los peligros del medio ambiente. Vamos a utilizar este elemento de forma metafórica y terapéutica para construir un lugar mental que nos haga sentir mejor en los momentos difíciles y nos transmita la calma suficiente como para poder tomar decisiones adecuadas ante los problemas que, de forma inevitable, tendremos que hacer frente a lo largo de nuestra vida.

Este ejercicio está diseñado especialmente para personas que están afrontando un proceso de victimización pero construir un refugio psicológico es muy útil y aplicable también en el caso de otras personas que simplemente necesiten trasladarse allí a recobrar la confianza en sí mismas, la seguridad y la firmeza psicológica suficiente con la que resolver alguna dificultad.

Puedes visualizar en tu imaginación este refugio tan especial, pero se recomienda que lo dibujes. No te preocupes si no eres muy habilidoso/a en este sentido, no importa la calidad del dibujo.

Empezaremos a dibujar o a visualizar el refugio. Piensa en una tienda de campaña, ubicada dónde tú quieras (lugar conocido o imaginado), un lugar que te guste y te transmita cosas positivas. Una vez has elegido el lugar y la tienda, hay que anclarla firmemente en el suelo. Una tienda bien anclada ofrece protección frente a la lluvia y las rachas de viento. Vamos a elegir los ANCLAJES.

Piensa: ¿Qué te ancla a tu vida?, ¿Qué es lo realmente importante para ti? Tómate el tiempo que necesites. Puede ser tu familia o algún miembro en concreto, tu trabajo, una aficción muy gratificante u objetivo que te haga continuar. ¿Dónde encuentras apoyo? ¿Qué o quienes te hacen sentir bien? Elige tres y escribe uno en cada vértice de la tienda.

Ahora, entra, no tengas miedo, visualízate dentro de la tienda sentado/a cómodamente y mira hacia el exterior. Frente a ti, hay una hoguera, es posible que al principio no la veas pero está ahí, te lo aseguro. Cada una de las llamas de la hoguera representa tus fortalezas. Son las defensas naturales de tu personalidad, aquellas que te ayudaron a vencer el temor y ayudarán a hacerlo ahora.

Piensa ahora en tus FORTALEZAS. Algunas de ellas pueden ser: valentía, perseverancia y diligencia, integridad, honestidad, autenticidad, vitalidad y pasión por las cosas, curiosidad, interés por el mundo, mentalidad abierta, ingenio, originalidad, capacidad de amar y ser amado, etc. Elige las que más te definan y escríbelas en cada una de las llamas de la hoguera que está frente a ti.

Pues bien, ya tienes refugio y claras las fortalezas que te ayudarán a afrontar tiempos difíciles. ¿Cómo te sientes dentro de él?. Es de esperar, si está bien construido, que sea seguro, tranquilo y relajado. Recuerda esa sensación y disfruta de ella. Permanece en tu refugio el tiempo que desees.

Por último, la parte del ejercicio menos agradable. Imagina una tormenta, dibuja una o varias nubes, representan tus problemas, preocupaciones o mejor dicho, aquellas cosas de las que debes ocuparte.

¿CÓMO Y CUÁNDO UTILIZARLO?

Siempre que estés ante un problema que resolver y pienses que no puedes, sientas miedo o simplemente necesites refugiarte en un lugar seguro y reflexionar. Saca tu dibujo, visualízate allí y entra en tu refugio. Trata de poner en palabras esos problemas y escríbelos dentro de las nubes. Observa tus anclajes y tus fortalezas y permanece allí el tiempo que necesites hasta que te sientas mejor, recuerdes lo verdaderamente importante para ti y tengas claro la gran cantidad de recursos personales que tienes que hacer frente a la situación que temes y te preocupa.


Fuente: Unidad de Atención a Víctimas- Psicopericial.


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