Instituto de la Mujer de Castilla la Mancha
Hoy día 8
de Marzo, Día Internacional de la
Mujer , conmemoramos la lucha por
la
igualdad real y efectiva de las mujeres, y su esfuerzo por alcanzar, definitivamente,
la emancipación social, cultural y económica; también su derecho a participar,
en pie de igualdad con los hombres, en el devenir y el progreso de la sociedad.
Hace más
de un siglo, en 1911 se celebraba por primera vez éste día en
Alemania,
Austria, Dinamarca y Suiza, y desde entonces, la mayoría de los países de los
cinco continentes han modificado y ampliado sus leyes para garantizar los
derechos de las mujeres en condiciones de igualdad.
Los
avances conseguidos en este terreno a lo largo de las últimas décadas no deberían
hacernos creer, sin embargo, que las mujeres están hoy en situación de equidad
con los hombres.
La
realidad es bien distinta. En muchas partes del mundo todavía hay mujeres a las
que les son negados los derechos fundamentales reconocidos en la
Declaración
Universal de Derechos Humanos.
Según
fuentes de la ONU
el 60% de las personas con hambre crónica son mujeres y niñas; al menos un 70%
de las mujeres ha experimentado violencia física o sexual en algún momento de
su vida; y dos terceras partes de las personas analfabetas del mundo son
mujeres.
Pero la
equidad entre hombres y mujeres no es sólo un derecho fundamental, es también
un estímulo para el progreso económico y social de los Estados; y contribuirá
decisivamente a la erradicación de la pobreza y al progreso cultural y
científico de las comunidades.
Por todas
y cada una de estas razones, es necesario el compromiso de toda la ciudadanía
para sentar las bases que propicien una igualdad de oportunidades real.
El
compromiso de las familias, que han de fomentar en su seno valores igualitarios
y de cooperación responsable y conjunta entre todos los hijos e hijas,
independientemente de cual sea su sexo.
El
compromiso de los centros educativos, como centros de difusión cultural y científica,
y de promoción social y divulgación de los valores democráticos.
El
compromiso de las empresas, que han de facilitar el acceso y permanencia de los
hombres y mujeres a los distintos puestos de trabajo en condiciones de igualdad.
Y el
compromiso de las instituciones y administraciones públicas, cuya obligación es
la de aprobar leyes que favorezcan la autonomía económica de las mujeres y su
participación permanente en la vida pública y en la toma de decisiones.
A pesar de
los progresos y metas alcanzadas, continúa siendo necesaria la celebración de
este día.
Su
conmemoración y, sobre todo, la solidaridad de las sociedades más desarrolladas
con aquellas mujeres que ni siquiera gozan en sus países de derechos formales.
Decía
Víctor Hugo, que “la utopía de hoy será la realidad de mañana”.
Confiemos
en que nuestras reivindicaciones tengan eco y se conviertan en realidad allí
donde aún son una utopía.
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